Tampoco por la ausencia de leyes de "mano dura" o de facilidades para burlar esas mismas leyes, como lo dejan ver los centenares de casos de gatillo fácil. Esta policía parece haberse debilitado a sí misma. Se ha corroído internamente enredada en el entretejido de sus nexos con el delito, con un mundo penumbroso del cual, en buena medida, ha llegado a formar parte. Esta policía parece haberse salido de cauce, haber escapado, en cuanto corporación, al control político de los gobernantes. He ahí, básicamente, la sustancia de la "sensación de inseguridad". Este libro, además de situar el problema en su contexto histórico y social, recorre diez años de casos emblemáticos #y de otros no tan conocidos# que develan una trama institucional de vinculaciones entre la Policía Federal y el crimen organizado.